lunes, 2 de agosto de 2010

GAVIA: Un libro de Martín



JUAN YUFRA

En América Latina, específicamente en la realidad peruana, la modernidad nos ha permitido distinguir entre los espacios inmanentes del texto y las fuentes que regulan la enunciación poética, una mirada subjetiva ligada a la exacerbación de las emociones, a esa impronta ineludible de la observación del mundo a través del lenguaje humano cuya visión aristotélica oscila entre la identidad y la alteridad de su propio discurso. Estos mecanismos aleatorios regulados por la escritura y la forma confluyen en el poema con el propósito de expresar un único horizonte: el sentido. En Martín Zúñiga este código sigue siendo el resultado de la trashumancia y de una mirada personal de la poesía del siglo XX.
Gavia, libro premiado en España por el Ayuntamiento de Lodosa en el 2009, confirma aquella lejana inquietud de la producción poética, cuando esta no sólo tiene que expresar imágenes desasidas de su contexto sino emular el espacio y recogerlo todo a través de la palabra. Difícil tarea, sin embargo, Zúñiga es uno de esos poetas a los que Uno siempre está atento a leer; no se inclina por desmigajar su texto a la vana invención, ni a una retórica iconoclasta que lo conduzca al hermetismo irracional; su palabra nombra un objeto, una experiencia vívida que sugiere – a su vez- una referencia ontológica sensible, pues el poeta no construye su lenguaje sólo por el hecho de pensar una cosa, sino que conduce y transforma la historia implícita de su obra.
Pero Gavia también es un libro de imperfecciones; de paradojas, y ello no tiene que ver con la dicotomía semántica del título, sino con el anhelado equilibrio de la poesía. El yo poético aún dispersa su voz y contamina la esencia de su origen.
El libro está dividido en dos segmentos: Exhumación de las naves y Bosque acústico. El nivel lírico más importante del texto Zúñiga lo alcanza en la primera parte de su poemario y sobre todo en este poema:

PARECE SIMPLE TRABAJAR SIN MÚSICA

Cuesta trabajar cuando te acompaña
un incendio

Cuando los discos viejos inundan la casa
Cuando las paredes se vuelven gigantes
y estás parado en medio

y
de pronto las medias se te mojan
sin razón, y sin razón también la luz se apaga,
y un barro antiguo se asoma bajo las señales.

Cuesta no cerrar los ojos
en la necesidad de detener algo.

En la música la ausencia de lenguaje no limita el sentido; por eso se universaliza y Gadamer fue uno de los primeros en sugerir la necesidad de subvertir con las mismas herramientas el origen de tales funciones paralelas a la concepción del significado. En poesía, las cosas son distintas. Sin embargo, fogonazos como el anterior conducen al poeta a ese universo donde la imagen y la vida confluyen para decir algo más de lo que está impreso en la mirada.

Zúñiga Chávez, Martín (2010) Gavia. Ediciones FECIT. España

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